A veces lloro con un cuento, con una película
o un texto, por muy sutil que parezca, no aguanto más y me estremezco. Es algo
espontáneo, sincero y delicado, es algo
que es difícil simular, pues si simulando consigues ese estado, duda de ello,
porque ni es sincero, ni espontáneo, ni verdadero, sólo es un reflejo
inadecuado de un sentimiento que deberías haber guardado. Porque de nada vale
una sensibilidad simulada, si no sale del corazón, ni es emoción ni es nada.
Mi sensibilidad
Maldita soledad, tremenda quietud, absoluto
silencio. Que cuando más le temes, más te envuelve, te acaricia, te acuna en su
regazo y te aísla sin compasión hasta hacerte cerrar los ojos al mundo. Hasta
que el corazón se encoge mordiendo el polvo de la derrota desangrándose a solas
sin decir nada, sin quejarse, sin defenderse.
Sol de soledad
Si no sabes abrazar yo te puedo enseñar, te
diré que seas sincero, que pongas el alma en ello, que me mires a los ojos y te
olvides de tus miedos. Si no sabes abrazar piensa que no es tan difícil, no es
nada complicado, es sólo que no estas acostumbrado y tus ojos se cierran.
Mantén los ojos abiertos, da un paso decidido hacía adelante, abre tus brazos,
tu mente y tu pecho y dando rienda suelta a tu corazón, déjate llevar por los
hechos.
Abrázame