"A veces hay que mirar de cara a la luna e igualmente al sol aunque te abrase"
OCASO
A veces la vida no revela ningún
sentido, mas bien parece un sin sentido, los acontecimientos se suceden sin ton
ni son, los días transcurren uno tras otro, el cielo siempre es azul y la noche
oscura.
A veces cierro los ojos y me pregunto...
¿Por qué?
Porqué esta escena me parece incompleta,
cual es mi papel, porqué esto me tiene que estar pasando a mí, que es lo que
falla, que pieza falta en este puzzle, pero no consigo entenderlo.
AURORA
Cuando se produce el milagro de la
noche, alzo la vista, abro mi mente y admiro expectante: la espectacular
aparición del firmamento en toda su grandeza y esplendor, su imponente puesta
en escena en su aparente armonía. Entonces la vida cobra sentido y valor, a la
viveza del día le sigue la belleza oculta de la noche, a la impetuosa vitalidad
del sol le sigue la misteriosa madurez de la luna. Ahora el escenario está
completo.
REVELACIÓN
Entonces lo entiendo todo…. A veces mi
mente no alcanza a ver la realidad, no admira la escena en su totalidad, sino
que solamente ve una parte de ella, aquella parte que su estado emocional le
deja ver, un todo incompleto y sesgado, una mirada de soslayo, tímida y
parcial.
A veces hay que mirar de cara a la luna
e igualmente al sol aunque te abrase.