“No hay una
lucha más ardua y desesperada que mi plena integración, inducida por tu apatía,
desidia o dejadez”
Es lo que más deseamos y
por lo que algunos trabajamos día a día, integración plena, a nivel personal,
social y laboral. Nuestro objetivo es que ese niño llegue a ser un adulto bien
adaptado, de acuerdo a sus posibilidades de entrenamiento y aprendizaje y para
ello debemos de desarrollar su Capacidad
de adaptación.
Hay dos conceptos para mí
fundamentales para trabajar en este sector de la discapacidad intelectual, los
cuales son imprescindibles para lograr la integración, estos son la Inteligencia Emocional
y la Capacidad
de Adaptación.
La adaptación, porque integración y adaptación
son dos palabras que van muy unidas,
incluso se complementan la una a la otra.
“Una persona llega a integrarse
como consecuencia
de la
adaptación, pero a su vez para poder adaptarse,
primero se
debe integrar, unir a otros.”
El otro concepto, que
para mí fue tremendamente esperanzador, es el término de Inteligencia
emocional, término que ha desbancado a la tradicional forma de entender la
inteligencia.
La Inteligencia Emocional, es
un conjunto de habilidades, que como cualquier otra
Habilidad se aprende.
Esperanzador, se puede
aprender. Como en otros casos de conductas inadaptadas, miedos aprendidos,
respuestas aprendidas, costumbres, etc. que igualmente se pueden desaprender o
eliminar y por el contrario, aprender otras conductas más adaptativas y
enriquecedoras. El antiguo concepto (C I) ó Coeficiente intelectual, podría
decirse que cerraba todas las puertas del éxito a la persona discapacitada
intelectual, simplemente lo excluía, sin darle ni una sola oportunidad. Esa
persona no tenía posibilidades de desarrollarse personal, social, ni
laboralmente.
Sin embargo, éste nuevo
concepto, que insisto, se puede aprender y desarrollar, vuelve a abrirle esas
puertas de par en par. Todos conocemos del entusiasmo, de la perseverancia, de
la capacidad de auto motivación, de la empatía, del altruismo, y en definitiva
de su buen carácter en lo que se refiere a ausencia de emociones negativas,
como la ira, venganza, envidia, etc. y es fácil reconocer en ellos, la
humildad, la felicidad, bondad, la lealtad y muchas otras que les hace que sean
personas superdotadas emocionalmente,
mientras es común observar a otras personas, que se suponen inteligentes, bien
situadas, con un gran currículo, cultas, ser incapaces de relacionarse o de
controlarse en determinadas situaciones, o de mantener un equilibrio emocional
medianamente estable, estos son claramente discapacitados emocionales, que a pesar de toda su inteligencia
fracasan en la vida y no llegan a conseguir
ser felices.
¿Quien de nosotros,
privilegiados trabajadores de éste sector, no conoce usuarios de nuestras
asociaciones más inteligentes emocionalmente que nosotros mismos?
“Cualquiera
puede enfadarse, eso es algo muy sencillo.
Pero enfadarse con la
persona adecuada, en el grado
exacto, en el momento
oportuno, con el propósitojusto
y del modo correcto, eso, ciertamente,
no resulta tan
sencillo. “ Aristóteles.
Sinceramente creo que eso que dice Aristóteles es
lo que debemos esforzarnos en enseñar en
nuestros centros, “hacer lo adecuado en el momento adecuado” y ese es un
trabajo de campo, complicado de enseñar en las aulas o talleres, el escenario
debe ser fuera.
Es un trabajo, también, que debe ser personalizado,
adaptado al nivel de cada persona, mientras que a uno está orientado a tomarse
un batido o una cerveza sin alcohol reposadamente, sin prisas, en la barra de
un Púb., a otro, consiste en dar un beso adecuadamente, cuando la ocasión lo
exige, no indiscriminadamente, sino de soslayo, no de frente como una lapa.
Esto no es coartar su desmedida capacidad afectiva, sino controlarla y
dosificarla, comer la cantidad adecuada y a un ritmo adecuado, hacerlo
correctamente, corregir y evitar conductas infantiles, vestir correctamente y
mantener una higiene adecuada.
Esto, en realidad no es tan difícil y si es muy
práctico y adaptativo.
Siempre los buenos hábitos y los buenos modales van
unidos a una mayor adaptación.
Este
objetivo es totalmente imprescindible que arranque y continúe apoyando la labor
de los profesionales desde la casa, que en el mayor de los casos es el foco de
estas conductas inadaptadas por una educación excesivamente protectora mal
entendida. Por esto y como en todas las actuaciones en este sector, aunque
muchas veces se nos olvida, el tratamiento debe abarcar a toda la familia.
4 comentarios:
Había oído hablar de la inteligencia emocional, pero no sabía muy bien a qué o quienes se refería. Ahora ya lo sé, maestro sicólogo, y compruebo que conozco a más de un/una inteligente emocional. Abrazo.
El saber leer las señales del lenguaje no-verbal y la empatía para fomentar adaptación, integración y a fin de cuentas, bienestar emocional... y no sólo en el caso de discapacidad intelectual. ;)
tetealca :) acabo de volver de tu región y estuve en tu ciudad. Y me gustó muchísimo. :))
Abrazo.
Framboise: Supongo que invitada por Diego, que es un gran anfitrión.Me hubiera gustado conocerte. En otra ocasión.
Un abrazo.
diego: gracias por lo de maestro. Con lo poco que nos conocemos, me parece que posees una gran inteligencia emocional.
Un abrazo.
Pues no, tetealca, no fui con Diego. Por muy a menudo que me invite, nunca conseguimos coincidir él y yo.
Pero ya habrá más ocasión para vernos los tres, seguro.
Un abrazo desde mi sierra.
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