Ando a grandes
zancadas por la avenida, absorto en mis pensamientos.
Debo llegar a casa
cuanto antes, mi familia me necesita, no puedo dejarlos solos en este momento.
Me cruzo con
personas que ignoro, o simplemente se difuminan ante mi estupor, paso por
escaparates que no veo, mi visión de túnel tan sólo me deja ver una escena, mi
mujer, mis hijos y mi anciana suegra dentro de unos momentos estarán en la calle,
arrojados sin piedad a los pies de la indefensión, seremos desahuciados. Y todo
es por mi culpa, no sirvo para nada, no soy capaz de mantener a mi familia.
Puedo oírlos llamándome, pidiendo que por favor haga algo, deprisa.
Lo peor de todo es
que no sé a donde voy a ir, donde nos refugiaremos, donde dormiremos, esto es
el fin. Me gustaría que todo fuese un sueño.
Fermín, querido.
Fermín despierta de una vez, por favor, que llevo un cuarto de hora llamándote
a voces desde la cocina.
Si no te das prisa llegaremos
tarde a la firma de la hipoteca de nuestro nuevo piso.
3 comentarios:
Fermín y otros muchos, con el sueño de iniciar una nueva etapa de su vida en su piso nuevo y terminando en el túnel de una pesadilla... y llegando a culparse y cargando con la culpa de unos desalmados que siguen durmiendo a pierna suelta...
Sobrecogedor relato.. no, relato no, más bien fotografía actual.
Un abrazo para ti e indignarse con ellos hasta quitarles el sueño tranquilo a los otros.
Puf, qué pesadilla! Espero que Fermín no haya firmado la hipoteca :) Y que esta pesadilla tan real para otros acabe teniendo solución pronto. Un saludo, paisano.
Horroroso. Menudo momento noes está tocando vivir. Un abrazo.
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