miércoles, 18 de septiembre de 2013

OPTIMISMO













 En este preciso momento, soy el hombre
más feliz del mundo: me encuentro en el
porche de mi casa escuchando la lluvia caer
y disfrutando de ese olor a ozono que
se desprende al abrazarse la lluvia y la
tierra, de un magnifico día gris oscuro,
leyendo plácidamente un libro que quizás
no pueda terminar y esperando que amanezca
un nuevo día que me llevará a un aséptico,
relucido, flamante e impersonal quirófano a
someterme a una operación a vida o muerte, de la cual no sé si volveré a ver la luz del día.

1 comentario:

Framboise dijo...

E​ste saborear plenamente cada pequeña cosa​ es algo que
​nos ​detenemos a practicar​ sólo en momentos extremos pero en realidad nunca sabemos cuándo​ ​se nos cruzará un quirófano u otra cosa​,
​ni si podremos terminar el libro que leemos o el que escribimos... entonces por muy gris oscuro o negro que se presente el día, mejor vivamos con optimismo​ y sobre todo en armonía con los que nos quieren.
Es mi mayor preocupación cuando estoy "en capilla".
Hace justo un año, lo estaba y hoy me lo has recordado.
Un abrazo y una sonrisa.