lunes, 25 de julio de 2011

A TRAVÉS DE MI VENTANA



Desde mi ventana puedo ver mi mundo, a veces concreto, a veces abstracto. Puedo ver escenas que van pasando, escenas que a veces comprendo y a veces, simplemente, acepto.
Desde mi ventana a veces la vida transcurre lenta y otras veces vertiginosa, en ocasiones me hace sufrir como nunca he sufrido y en otras me colma de felicidad, hay momentos en que se llena de colorido, mientras que en otros se torna oscura.
Quisiera poder controlar las sensaciones que me llegan a través de mi ventana, quisiera poder gestionar su contenido, enriquecerme con aquellas que iluminan mi consciencia y reducir aquellas que empobrecen mi alma.
Todo pasa a través de mi ventana para convertirse, de una vez, en razón o sin razón, todo se licua y se disuelve formando el néctar divino del entendimiento, un néctar que después paladeamos largamente como paladeamos la vida.
Mi ventana muestra orgullosa su gran virtud, su subjetividad, aquella que por encima de todo le hace ser única en el mundo, irremplazable e irrepetible.
A veces el mundo a través de ella se ve con claridad y fluyen las ideas y decisiones. A veces el cristal de mi ventana se empaña embotando nuestros sentidos y envolviéndonos en un mundo nebuloso y espeso. Y en ocasiones mi ventana se cierra por completo produciendo una total opacidad del entendimiento.

3 comentarios:

Belén dijo...

No solo es ver a través de la ventana... es salir de vez en cuando de ella :)

Besicos

Jordicine dijo...

Todo lo qque atañe a la mente es complicado, TETEALCA. Me alegro de volverte a leer de vez en cuando. Saludos.

Raquel Patricia Correa dijo...

me encanta leerte, al hacerlo siento que que te he prestado mis pensamientos y que tú le has puesto la belleza del verso hecho poesía o prosa.