“A veces la
naturaleza nos lanza señales de que actitud mostrar ante la vida”
Miro al cielo y
respiro, hincho el pecho y siento la tensión del ser y estar, el peso sobre los
hombros, la presión en la cabeza. Una sensación mil veces experimentada, una
voz en mil ecos repetidos. Es el precio de una idea, de un deseo, de una
ambición, todo ello bajo el peso de una losa, de una losa no compartida por
exceso de responsabilidad o por orgullo quizás.
A continuación bajo
la mirada hacia mis pies y exhalo largamente, el pecho sonríe feliz al dejar
salir las penas, los hombros por fin pueden volar a sus anchas, y la cabeza,
ella continua con su inexorable e
interminable canción, unas veces triste, otras de amor, a veces de rabia, otras
de preocupación y nunca de silencio.
Luego me dejo acunar
por un colchón de ilusión y me cubro con la sabana de la esperanza, reposando
mi cabeza en un almohadón de grandes propósitos. Y vuelta a empezar.
2 comentarios:
Llenos de vida...
Muy buen post.
Descifrar las señales del cielo nunca es fácil aunque el de tu foto nos da una buena pista.
Bonito texto lleno de sabiduría y terminando con esta frase esperanzadora: "Vuelta a empezar."
Sí... me ha gustado mucho.
Abrazote grande y sonrisa. :)
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