jueves, 11 de septiembre de 2008

MIRANDO AL TECHO



Jamás llegaremos a comprender la verdadera sabiduría que encierra un techo. Y si ese techo nos muestra manchas de humedad, grietas, fallos en la pintura, sombra luz, mucho mejor. En este caso la imaginación se dispara. Pero si no las hay, no hay que preocuparse, el techo siempre tiene recursos y sólo hay que esperar pacientemente, que el techo hace lo demás.

Llevo dos días mirando al techo de mi habitación, y no pensar que me siento deprimido, enfermo o que me han operado de fimosis (Estrechez en el gajo). Nada de eso. Bueno, seguro que estaréis pensando que algo debe de pasar: este está loco, se le han cruzado los cables y está pasado de medicación.

¡Pues rotundamente no! Es cierto que puede resultar extraño estar dos días mirando al techo, pero me comprenderíais si supierais lo que un techo, y más, tu techo, el techo de tu propia habitación puede dar de si.

Un techo, no es como un suelo, hay mucha más dignidad en un techo que en un suelo. Mirando al techo se te abre la mente, mirando al suelo te puedes rayar o te quedas a cuadros. Por algo miramos al techo cuando queremos pensar, recapacitar y por el contrario bajamos la mirada cuando nos agobiamos, sentimos vergüenza o nos echan un puro. Además el suelo va ligado a connotaciones, casi siempre peyorativas: eres más gandul que el suelo, te veo tirado por los suelos, eres más bajo que el suelo, ¡Todos al suelo!, los precios por los suelos, y otras muchas.

Yo, sinceramente no había proyectado estar dos días mirando al techo de mi habitación como comprenderéis, sólo entré en mi habitación y me eché en la cama y todo un mundo se abrió ante mis ojos, mi techo me fue absorbiendo poco a poco sin poder ni querer defenderme, y por mi mente fueron pasando millones y millones de frases, de ideas, de proyectos, de fotogramas. Desde las más simples como ver caras, dibujos y formas, hasta las ideas más complejas que podamos imaginar.

Cuando miro al techo me sorprendo de la lucidez y claridad de ideas que puedo llegar a sentir, parece o podría pensarse que si cierro los ojos tal vez, mi concentración aumente y estas capacidades aumenten también, pero no es así. Os lo puedo asegurar, lo he comprobado, que dos días dan para mucho. Dos días sin comer, sin beber agua, ni nada… no estaba borracho… ni fumar… sobretodo que quede claro, sin fumar nada, sin mear, como no bebía agua y sin cagar pues como tampoco comía nada. En plan asceta, como un monje. Eso si, dormir creo que si dormía y digo creo porque no estoy seguro. El techo tiene el poder de llevarte al éxtasis, de hacerte entrar en coma y no necesitas nada más, sólo techo.

Y lo barato y económico que sale, pues ¿quien no tiene un techo donde mirar?, el de tu casa, de tus padres, de tus amigos, el del piso de estudiante de un colega, el de un orfanato, el de un hospital, el de la cárcel, el de la iglesia, el de una casa de acogida, el de las residencias de ancianos, incluso el de tu tienda de campaña, o de tu choza y si no tuvieras nada de nada, puedes mirar al cielo. Quien le iba ha decir a Newton.

Se puede llorar mirando al techo y no derramar una lágrima, se puede respirar profundamente mirando al techo y pensar que la vida es larga como tu propia respiración, se puede amar mirando al techo y pensar que es posible ese amor y por supuesto se puede imaginar.

Cuantos grandes hombres y cuantas grandes mujeres han imaginado grandes proyectos que han hecho grande a la humanidad, mirando al techo.

Pero cuando un techo se hermana contigo, es que te quiere, entonces ese techo se desvive por ti, te mima, te absorbe y te resulta difícil vivir sin él. Porque puede haber amor entre una persona humana y un techo, o sea, entre un hombre y un techo. Y también entre una mujer y un techo, porque los techos son hermafroditas y muy fieles. Y si no fuera fiel, pues siempre se puede cerrar esa habitación con llave, no se quejará.

Cuantos matrimonios se han roto por un techo. Parece mentira pero hay estadísticas que dicen que hay más posibilidades de que se rompa, en el primer año de casados, un matrimonio entre un hombre y una mujer, que entre una persona y un techo. Así como también que el 50% de los matrimonios que se rompen en el primer año de casados, es por culpa de un techo.

Ahora ya entenderéis porqué yo estuve dos días enteros mirando al techo, entenderéis el poder de adicción que puede llegar a tener, y lo poco que me faltó para separarme. Pero os digo algo, es una adicción que muchos quisieran tener hoy en día, porque mirar al techo significa pensar, proyectar, descubrir, imaginar, si eso se mezcla con un poco de lectura, imaginaros. Es una adicción en la que no me importaría que cayeran mis hijos.

4 comentarios:

Castigadora dijo...

Tetealca: Viene para devolverte la visita que me hicieste, y me gustó leer tus divagaciones sobre los techos, "tu techo". Es cierto que siempre es mejor mirar al techo que al suelo, al menos tenemos la cabeza bien alta no?
Un saludo

PD Es curioso lo que me dijiste en tu comentario, nunca me pasó antes.

ZOLDAR dijo...

Hola Tetealca ¿o debería decir... J.M? jejeje, como te dije, me pasé a echar un vistazo por tu blog, y en realidad me has sorprendido. No te imaginaba escribiendo de esta manera, hasta me han entrado ganas de aprovechar cada momento del día, de buscar las caricias perdidas e incluso de dejar de mirar siempre al suelo; pero bueno, a lo que íbamos:
De las cuatro entradas que has hecho, ésta es la que más me ha llamado la atención, así que te dejo este comentario por aquí, por si te da el puntazo y lo lees.
Por cierto, como tu artículo habla de sacarle provecho a la vida, se me ha ocurrido dejarte un "regalito en forma de microrrelato" de Gabriel García Márquez que tiene mucha relación con esto. Espero que te guste (a mí por lo menos me gusta).

MICRORRELATO:
..."el drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida."

PD Me gusta lo que dices y cómo lo dices.
PPD No hay muchas faltas de ortografía, no te preocupes. (Feliz Navidad, jejeje)

tetealca dijo...

Aqui estoy Zoldar.
Me alegra oirte por aquí.Me anima tu comentario. Gracias.
Respecto al microrelato, es magnifico y no lo conocía. La verdad es que como el impulso del que se está dejando el tabaco si esperamos unos minutos y nos entretenemos en algo, se nos pasa la gana. De la misma forma si sentimos el impulso de suicidarnos porque pensamos que la vida es una mierda y no cambiará, si logramos esperar y superar ese impulso o momento bajo, lograremos sobrevivir.
Si logramos cambiar nuestrafoma de ver el mundo mejor que mejor. Pero es aconsejable que el cambio de punto de vista sea antes de tirarnos por el balcon. Despues no hay ya solución.
Gracias, me ha gustado tu comentario.

Framboise dijo...

Hola Tetealca, espero que no te moleste mi visita... Este castillo me gusta,la puerta estaba abierta, entré y me paseé en muchas estancias ;)
Y como soy de mirar el techo, este título me enganchó.
Es verdad lo que dices de ellos, lo que se ve en ellos, tengan grietas, manchas o no, sean de yeso pintado y paralelos al suelo o inclinados y forrados de madera o de tela azul de tienda de campaña, es increíble lo que nos inspiran. Y si tenemos insomnios la compañía que encontramos en ellos, como una pantalla de cine donde desfila cualquier película de nuestra imaginación, o el cuadro que pintamos, emborronamos, retocamos.
Y el techo del cielo, visto por un tragaluz o desde una tumbona...
El que no mira el techo, no sabe lo que se pierde.
Con tu permiso, otro día, seguiré con mi visita.
Un abrazo
PS pero de vez en cuando es bueno mirar hacia el suelo para no tropezar :D y mirar también enfrente y alrededor para ver a los demás. ;)