lunes, 22 de septiembre de 2014




                                                                              






 A veces lloro con un cuento, con una película o un texto, por muy sutil que parezca, no aguanto más y me estremezco. Es algo espontáneo, sincero y  delicado, es algo que es difícil simular, pues si simulando consigues ese estado, duda de ello, porque ni es sincero, ni espontáneo, ni verdadero, sólo es un reflejo inadecuado de un sentimiento que deberías haber guardado. Porque de nada vale una sensibilidad simulada, si no sale del corazón, ni es emoción ni es nada.

 Mi sensibilidad







  Maldita soledad, tremenda quietud, absoluto silencio. Que cuando más le temes, más te envuelve, te acaricia, te acuna en su regazo y te aísla sin compasión hasta hacerte cerrar los ojos al mundo. Hasta que el corazón se encoge mordiendo el polvo de la derrota desangrándose a solas sin decir nada, sin quejarse, sin defenderse.

Sol de soledad







  Si no sabes abrazar yo te puedo enseñar, te diré que seas sincero, que pongas el alma en ello, que me mires a los ojos y te olvides de tus miedos. Si no sabes abrazar piensa que no es tan difícil, no es nada complicado, es sólo que no estas acostumbrado y tus ojos se cierran. Mantén los ojos abiertos, da un paso decidido hacía adelante, abre tus brazos, tu mente y tu pecho y dando rienda suelta a tu corazón, déjate llevar por los hechos. 
 Abrázame

2 comentarios:

Framboise dijo...

Emocionarse y dejar que brote esta emoción, ya sea llorando o riendo, es bueno, siempre.
La soledad es buena a veces, si se busca para darse un respiro.
En cuanto a abrazar... ¿qué te voy a decir que no hayas dicho y mucho mejor que yo? ;)
Un gran abrazo con sonrisa. :)

diego dijo...

La soledad del sensible se alivia (algo) abrazándose a uno mismo.