lunes, 30 de marzo de 2009

LENGUAS DE ACERO



Me gustaría poder callarme, no decir nada que no me saliera directamente del corazón, porque aquello que sale del corazón es limpio y aseado, es claro y delicado. Todo aquello que sale del corazón o no tiene maldad ni mal sentido, o por su terquedad brota y sale sin necesidad de ser empujado, sale a borbotones, como la propia sangre cuando se abre una vía de salida y por ella se desangra. Y es bueno que el corazón se desangre de vez en cuando, se sincere y descargue todas las tensiones que acumula, quedándose vacío de sangre y vacío de tensiones.

Está bien desangrarse de vez en cuando, dejar caer la sangre mala, dejar salir la mala sangre, la sangre envenenada, aquella sangre desengañada de vivir y de morir.

No es lo mismo, sin embargo, aquella sangre que sale cuando no tiene que salir, aquella sangre que es empujada hacía afuera con saña, obligada a salir porque se ha abierto un camino donde no debía estar, y ese camino sangra y sangra hasta que no queda ni gota y entonces el camino se cierra porque ya ha cumplido su misión, su mortífera misión. A veces se abren más de un camino donde debería haber carne y piel y por ahí es por donde la sangre gotea más rápido, surgen caminos que no damos abasto a cerrar, faltan manos, porque el acero muerde y no suelta a su presa hasta que esta no se ha desangrado.

Maldito acero, mal parido y mal criado que para el fin utilizado más vale no haber nacido. Mal utilizado, tal vez, por manos muertas guiadas por la locura y que una vez muertas son mal usadas blandiendo el frío acero mal parido y mal criado y aún peor utilizado. Malditas lenguas afiladas que sin buscar tu mirada hacen daño al corazón, perturban la razón y vuelven a abrir las heridas, volviendo a hincar en la piel el malvado y frío acero.

A veces se hace más daño con la lengua que con el puñal, los dos hacen desangrarse el corazón, hacen que llore desconsolado, pero mientras que uno te apuñala mientras te mira a los ojos, el otro te hiere poco a poco poniendo en marcha un mecanismo que una vez lanzado al aire se expande rápidamente de boca en boca y se vuelve contra ti como lanzas afiladas que se te clavan directas en el corazón por la espalda.

Esas lenguas lanzadas como bala letal van derechas al corazón y van cargadas de un veneno mortal que se esconde tras el engaño y la trampa de hacerse pasar por aliada aunque por la espalda atacan de forma astuta pero cobarde, con sutileza pero con la bajeza de aquel que no entiende de sentimientos, de amistad, de amor.

10 comentarios:

Belén dijo...

No les hagas caso a las lenguas de acero, tarde o temprano se oxidan y ya no hacen daño...

Besicos

eclipse de luna dijo...

A veces las palabras hieren mas que un puñal, y sus consecuencias son mucho peores..porque la heria del alma es dificil de curar..
Un besito y una estrella.
Mar

Castigadora dijo...

Como pongo en mi blog: Las palabras pueden ser como rayos X si se usan apropiadamente lo atraviesan todo (Aldous Huxley)Lo malo es que las que no se usan apropiadamente también pueden llegar a traspasar los corazones y los oidos de los que las deciden creen

Un beso

ZOLDAR dijo...

Yo para usar la lengua tampoco tengo término medio, lo mismo soy la persona más "sensible y delicada" del mundo que te suelto cuatro burradas, me desahogo y me quedo tan pancho.

Esto de no tener punto medio, al final me va a traer más de un problema. En fin... se lo consultaré a mi psicólogo.

Ah, no, que ya me ha "dado el alta", jajajajaja.

1 abrazo fuerte (que no te lo di en vivo porque me daba vergüenza, pero me quedé con las ganas) :P

Jordicine dijo...

Estoy con Belén. Sólo te hacen daño si tu quieres. Ánimos. Un abrazo.

tetealca dijo...

Belén: Lo malo es que oxidadas hasta se puede infectar la herida. Pero es cierto, tienes razón, lo mejor es no hacer caso, no dejar que te haga daño.
Un abrazo.

mar: A veces, como ya sabemos, las heridas del alma duelen mucho más que las del cuerpo y tardan más en cicatrizar.
Un beso.

Casti: Las palabras a veces son afiladas como cuchillos. Parece mentira que a algo tan bonito pueda dársele un uso tan bajo en algunas ocasiones.
Un saludito.

Zoldar: A veces todos decimos cosas de las que luego nos arrepentimos, lo bueno es darse cuenta y corregir, si se puede. Mientras llega el otro abrazo, te doy un virtual.

jordicine: Llevais los dos razón, hay que aprender a que ciertos comentarios te resbalen.
un abrazo jordi.

Gracias a todos por pasar por mi castillo interior.

maria varu dijo...

Creo, casi estoy por afirmar que mientras el hombre exista, existirán "lenguas de acero".
Cierto que duelen y a veces sus efectos son devastadores, pero todo tiene su fin y a veces aunque quizás demasiado tarde, su origen se conoce, sus efectos perecen... también es cierto que ya causaron sus heridas, en estos casos (si es posible) lo mejor es dejar que el tiempo pase... y ellas mismas se pudran.

Un abrazo

Luz dijo...

En la vida uno tiene que aprender a no dejar que la maldad de los demas te afecte, pues si lo piensas el problema no eres tu, siempre habra alguien que querra hacerte daño y sentir gozo si lo logra, la lucha es no permitir que lo logren.

Saludos desde mi camino

Anónimo dijo...

Tu pluma escribió desde el corazón a hora… Excelente!!! Un placer leerte.

tetealca dijo...

Maria Varu: mientras existan lenguas, las habrá afiladas y dispuestas a hacer daño.
Un abrazo.

Luz: Llevas razón, sólo nos pueden hacer daño si dejamos que nos lo hagan, pero a veces es dificil evitarlo.
Saludos.

salvadorpliego: Gracias por tus palabras. Yo he leido tu última entrada y me parece my buena tu poesia. Te visitaré, pero no he sabido dejar un comentario, no se que ha pasado.
Un abrazo.

Gracias a todos por visitar mi castillo.