
Cuando llamo a esa puerta me abre una sombra, la sombra se inclina y yo la saludo,
Me doy media vuelta y huyo, ella me llama y siento su aliento,
Yo sigo adelante sin volver la vista atrás, ella se enfada y grita de rabia,
Yo me tapo los oídos y miro al frente, la sombra impotente suplica y llora,
En cambio yo río pero río de pena, por no poder mirarla a la cara y quedarme con ella,
Ella cierra la puerta y tras ella se queda, se queda sola y triste pero serena,
Yo sigo mi camino, la vida me llama, la vida me espera,
La sombra queda allí encerrada, pero atenta al camino,
para derramar sus penas sobre el próximo peregrino.
Me doy media vuelta y huyo, ella me llama y siento su aliento,
Yo sigo adelante sin volver la vista atrás, ella se enfada y grita de rabia,
Yo me tapo los oídos y miro al frente, la sombra impotente suplica y llora,
En cambio yo río pero río de pena, por no poder mirarla a la cara y quedarme con ella,
Ella cierra la puerta y tras ella se queda, se queda sola y triste pero serena,
Yo sigo mi camino, la vida me llama, la vida me espera,
La sombra queda allí encerrada, pero atenta al camino,
para derramar sus penas sobre el próximo peregrino.