lunes, 18 de enero de 2010

CONTROL CONTROLADO


Hay muchas formas de control o muchas maneras de poner en práctica el control. Una de ellas es el controlar o tener bajo control todas las tareas u operaciones de nuestro trabajo, nada se nos escapa, todo está bien atado y funciona como un reloj. De igual manera tenemos bajo control a todos los empleados a nuestro cargo, claro está, sólo en lo que se refiere a cuestiones laborales. Este control nos hace ser más eficaces en nuestro trabajo y desarrollar mucho más, controlando de forma inteligente el tiempo que empleamos y dejando tiempo para otras aficiones necesarias también para nuestro correcto funcionamiento y salud mental. Este tipo de control de que hablamos, requiere como es natural, una buena dosis de activación y alerta por parte de nuestro sistema nervioso, a la vez de atención y concentración, pero una vez terminada la jornada laboral decae y deja paso a la relajación.
Hay otro tipo de control que es casi automático e inconsciente y es más producto de un hábito o de la fuerza de la costumbre que de un esfuerzo intelectual. Son conexiones neuronales que de tanto ser repetidas sus mensajes son totalmente sugerentes. Este tipo de control es cotidiano, de andar por casa. Es ese que hace que incluso sentado en el sillón de tu casa y medio durmiendo seas capaz de controlar quien entra o quien sale por la forma de golpear la puerta. O quien va o quien viene por el sonido de sus pasos. Quien llama al timbre por su forma de hacerlo. Que hacen y quienes hay en cualquiera de las habitaciones, por los ruidos que provienen de ellas. Y hasta quien hace pipí, por la forma de subir la tapadera del wc y el ruido que hace el chorro, más intenso o menos, más o menos fuerte, más o menos largo, etc.
Este es un control totalmente relajado para el que no hace falta activación alguna, porque se trata de ir detectando señales muy familiares e irlas traduciendo en imágenes también familiares. No nos proporciona intranquilidad, sino más bien todo lo contrario pues es señal de que todo está en su sitio, todo continua igual y ello siempre es signo de seguridad, de hecho podemos quedarnos dormidos en compañía de todos estos sonidos cotidianos y hasta se podría decir que ayudan o facilitan el sueño.
Por último y entre otros, hay un tipo de control con el que si hay que llevarse cuidado y es aquel que quiere controlarlo todo y en todo momento, el control total, el control enfermizo que comporta el deseo de controlarlo todo, en casa y fuera de ella, en momentos de ocio y en el trabajo, en días laborables o en vacaciones.
En todo momento se necesita que todo esté bajo control, pues de no ser así nos sentimos ansiosos, inseguros, con la continua sensación de que algo malo sucederá, de que algo no saldrá bien y claro, este malestar no tiene fin, es un sin vivir, pues es imposible tenerlo todo controlado, por mucho esfuerzo que empleemos en ello nunca llegaremos a estar conformes pues siempre hay algo que se nos escapa y ese algo nos crea un estado de ansiedad que nos hace la vida imposible. Existe a la vez de la necesidad de control una gran carga de perfeccionismo.
Este tipo de control exige mucha energía, siempre estamos en alerta, en estado de activación, no habiendo descanso en ningún momento. Los momentos de relajación brillan por su ausencia.

5 comentarios:

Belén dijo...

Y no solo eso que dices, querido... si no que cuando intentas controlar es cuando más energía gastas...

Y eso, se nota

Besicos

diego dijo...

El tercer control que mencionas es el que le gusta ejercer a la mayoría de los políticos :D Para intentar controlarse y/o controlar yo creo que lo más importante es tratar de controlarte a ti mismo. Yo intento hacerlo mediante la práctica de alguna actividad que me relaje, deportiva o intelectual. A veces funciona, aunque mis descontroles reaparezcan también ocasionalmente, intentar controlarse y controlar todo puede producir úlcera de estómago. Un abrazo, paisano.

Jordicine dijo...

Yo por eso me apunté a yoga. Es el momento de desconexión total. Se agradece siempre. Un abrazo.

Luz dijo...

A veces el control es necesario pues saber lo que pasara, y como pasara nos da seguridad.
Así sin sorpresas todo es mas llevadero..... pero también mas aburrido una vida controlada, esta llena de sopor y rutina.

todo en su medida, nada en exceso.

Saludos desde mi camino.

tetealca dijo...

Belén: Pues entonces hay que buscarse una buena fisio para que te ayude a relajarte.
Un saludo.

Diego: Ocasionalmente, como dices, no es malo el descontrolar, dejarse llevar.
Un abrazo.

Jordicine: el yoga es un buen recurso de autocontrol.
Un abrazo.

Luz: LLevas razón, el control nos da seguridad pero también nos trae la rutina y el aburrimiento.
Un beso.

Gracias a todos por pasar por mi castillo.