lunes, 22 de junio de 2009

RESTAURADO Y EN FORMA


Gracias a todos por visitarme en mi castillo interior. Perdonar por las molestias que os pueda causar el hecho de que en estos momentos interiormente esté en obras y os agradezco vuestro apoyo en su reconstrucción. Os prometo que en la próxima visita ya estará restaurado y en forma……….


....Restaurado y en forma, así es como me siento después de un acontecimiento duro de asimilar, duro de entender, duro de superar.
Y esto es así porque si lo pensamos con detenimiento, no nos queda otra opción, por lo menos otra opción que sea adaptativa cuando la desgracia nos golpea fuerte.
Mucha gente sabe de lo que estoy hablando y ha pasado por momentos difíciles que ponen a prueba nuestra fuerza de voluntad y nuestra estabilidad emocional.
Existe una capacidad que en mayor o menor grado todos poseemos, y se llama Resiliencia, capacidad que últimamente esta muy de moda el nombrar o hacer referencia a ella, y es la capacidad de lamerse las heridas y volver a levantarse, la capacidad de recuperarse rápidamente de cualquier tipo de estresante mayor que nos pueda acontecer. Esta capacidad está muy desarrollada en países del tercer mundo, todos sabemos porque, y nos preguntamos cuando vemos imágenes en televisión ¿como es posible que rían y bailen continuamente con el panorama de vida que tienen? Pues si, allí parece que florece esta capacidad y no está mal pues posiblemente sea donde más lo necesiten, o quizás sea una capacidad, como otras muchas, que se desarrolle más cuanto más se ejercita, y claro, en esa parte del mundo, sin lugar a dudas, es donde más se ejercita..
También se emplea a menudo dicha palabra cuando nos referimos a países en guerra, que aunque parezca mentira en estos tiempos, aún los hay. En estas situaciones, como podemos imaginar, la Resiliencia también es una capacidad que se pone de manifiesto a menudo. Niños que sufren o ven sufrimientos que nunca debería ver o sufrir un niño, al igual que adultos que se ven forzados a pasar por situaciones traumáticas que la guerra les proporciona y que ponen a prueba continuamente su capacidad de supervivencia conviviendo con el miedo y con la muerte más de lo que sería necesario.
En países desarrollados y en situación no bélica, y digo esto, porque no podríamos catalogar a algunas situaciones como situaciones de paz, cuando verdaderamente no hay una paz social como debería de haber, sino verdaderas luchas urbanas, guerras mafiosas y todo tipo de inseguridades ciudadanas.
Como digo, en estos países desarrollados, la Resiliencia, se pone de manifiesto en personas que han pasado por un estresante mayor como puede ser una violación o un abuso sexual en un menor, o bien, la persona que ha sido atacada por otras personas, y resalto el “atacadas por otras personas” porque parece demostrado que el impacto emocional es mayor si la agresión viene de otra persona, que cuando procede de un animal o de un suceso natural. También personas que sufren atracos, accidentes donde mueren seres queridos, desastres naturales y otros muchos más que sin duda podéis imaginar.
Y sin embargo y para terminar, no son estas grandes preocupaciones las que más daño hacen o suelen hacer a las personas, sino las pequeñas preocupaciones, esas que hacen que no paremos de darle vueltas a la cabeza hasta que acaba por dolernos. Esas preocupaciones sin importancia, casi siempre sobre el futuro, esos “tendría que” “debería de” “y si esto” “y si aquello” “y si lo otro”, pequeñas preocupaciones que hacen que nuestra mente se encasquille y no podamos deshacernos de ellas. Esas preocupaciones que cuando llegan de verdad nos damos cuenta que en realidad no son preocupaciones, no eran tan peligrosas, o tan difíciles de superar como nos creíamos y sin embargo nos han tenido semanas o meses sin poder pensar en otra cosa y sin poder dormir.
Fijaros si la naturaleza es sabia que en estas ocasiones nos deja solos a la hora de hacer frente a esas preocupaciones y no pone en marcha la Resiliencia, sino que esta sale a la palestra cuando verdaderamente la ocasión lo merece, porque de no ser así el resultado a nivel emocional sería fatal.

5 comentarios:

animsai dijo...

Estoy de acuerdo con lo que dices, pues cuando realmente lo pase mal, pues me sucedio algo que has mencionado en tu escrito y que no me apetece nombrar sali adelante en menos tiempo que ahora...que seguramente si comparo la suma de problemas que me ahogan la balanza se decantara porque era mas duro la otra vez y sin embargo lo supere y mucho mas deprisa...pero asi es la vida...asi somos los seres humanos...

Espero que la restauracion no sea dolorosa, que veas rapidamente donde debes colocar las cosas, que todo tenga su sitio, que las piezas del puzzle sean faciles de encajar y asi puedas decir que estas en forma en pocos dias!

Besos

Belén dijo...

Y quien no está en contínua evolución?

Quién no está, simplemente... no vive

Besicos

Jordicine dijo...

Tómate tu tiempo. Aquí estamos para leerte. Y no te preocupes por nosotros. Todos mutamos con el tiempo. Un abrazo.

diego dijo...

Se nota que eres un profesional de estas cosa, Tete. Nunca me había parado a pensarlo, pero tienes razón. A veces hay un problema en mi cabeza que bulle y bulle (zurre y zurre diría en murciano) y no me deja dormir en toda la noche, y, cuando me levanto, veo que el tal problema no lo es tanto, sólo hay que afrontarlo y se soluciona. Mientras, la resiliencia esa se encarga de solucionar o mitigar los problemas realmente importantes que no te despiertan de noche.

eclipse de luna dijo...

Sabes yo soy mucho de darle vueltas a todo..y tal y como dices ese todo al final lo ves chiquito y llega a convertirse en nada..
Solo es cuestion de afrontarlo, salga bien o mal..pero no dejar que se apodere tu mente...
Un besito y una estrella.
Mar